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Jóvenes de Pamplona, Burlada y El Salvador reclaman más apoyo en salud mental tras un estudio revelador

El 63,8 % reconoce sufrir o haber sufrido estrés y ansiedad ante la elección de sus estudios futuros

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La juventud de Pamplona, Burlada y El Salvador ha alzado la voz para reclamar mejoras en el acceso a recursos de salud mental, tras la presentación del estudio Bienestar emocional en la adolescencia, elaborado por jóvenes de medicusmundi. Este informe recoge las respuestas de 692 estudiantes de entre 15 y 17 años de los institutos Navarro Villoslada, Plaza de la Cruz, Mendillorri BHI e Ibaialde, y pone de manifiesto la creciente preocupación por la salud emocional en esta franja de edad.

Entre los datos más preocupantes, el 63,8 % de los encuestados confiesa haber experimentado estrés o ansiedad al enfrentarse a decisiones sobre su futuro académico. Por otro lado, un 7,3 % ha vivido experiencias relacionadas con las autolesiones o el suicidio, y un 17,9 % afirma no contar con personas cercanas a las que acudir cuando enfrentan problemas emocionales.

El estudio también refleja otras realidades inquietantes, como el 71,3 % que siente que su esfuerzo no es valorado o el 50,6 % que percibe que su opinión no es tomada en cuenta debido a su edad. Además, un 39,2 % de los jóvenes asegura haber sentido presión o cuestionamientos sociales por motivos como su género, etnia, manera de vestir o aficiones, una problemática que afecta especialmente a las mujeres adolescentes, evidenciando un sesgo de género en los resultados.

Acciones para el bienestar emocional de la juventud

Frente a esta situación, las personas jóvenes que han liderado la investigación proponen medidas concretas para abordar las carencias identificadas. Entre sus demandas destacan:

  • Elaboración de un registro de recursos de salud mental y bienestar emocional disponibles para facilitar el acceso a ellos.
  • Creación de grupos de autoayuda y espacios de escucha mutua fuera de los institutos, donde los adolescentes puedan compartir sus experiencias en un entorno seguro.
  • Capacitación de jóvenes como referentes emocionales, de forma que puedan ayudar a compañeros de su misma edad en la gestión de sus emociones.
  • Formación en habilidades emocionales, tanto para jóvenes como para familias y personal educativo, abarcando temas como la empatía, la inteligencia emocional y la gestión del estrés.

El estudio ha contado con el asesoramiento del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra y la colaboración de la asociación Besarkada, que trabaja en la prevención del suicidio. Los resultados, que evidencian la urgente necesidad de reforzar los recursos destinados a la salud mental adolescente, representan un llamado a las instituciones para priorizar el bienestar emocional de la juventud como parte esencial de su desarrollo y futuro.

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