La inquietud se ha apoderado de un grupo de alrededor de 50 personas usuarias de vehículos impulsados por Gas Natural Comprimido (GNC) en la comarca de Pamplona. El reciente cierre de la única estación de suministro de GNC, gestionada por Naturgy y ubicada en Villava, ha dejado a estos conductores sin opciones viables para repostar (la más cercana está en Ziordia), poniendo en riesgo la continuidad de una tecnología limpia que, hasta ahora, contribuía a reducir las emisiones contaminantes en la región.
El uso de vehículos propulsados por GNC está alineado con las políticas de sostenibilidad y transición energética promovidas por todas las Administraciones Públicas. Esta tecnología, que supone una alternativa menos contaminante frente a los combustibles tradicionales, es clave en los objetivos de movilidad sostenibley transición ecológica de las administraciones públicas. Sin embargo, la clausura de la estación de Villava podría forzar a muchos usuarios a volver a depender de la gasolina, dado que la mayoría de estos vehículos son híbridos. Una opción menos respetuosa con el medio ambiente que podría desincentivar el uso de alternativas limpias.
Ante esta situación, los afectados han propuesto como solución temporal que se permita el acceso al surtidor de GNC que utiliza la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona para abastecer a la flota de villavesas. Esta medida paliativa daría respuesta a la demanda de este grupo de conductores, mientras se trabaja en la apertura de nuevas estaciones de suministro que garanticen la continuidad del servicio en la comarca.
Los afectados han hecho un llamamiento a las administraciones para que respalden el acceso a fuentes de energía sostenibles y aseguren que quienes han apostado por esta tecnología limpia no se vean obligados a abandonarla por falta de infraestructura. A su juicio, es imprescindible encontrar una solución que mantenga el compromiso con la movilidad sostenible en Navarra y apoye a quienes han dado el paso hacia formas de transporte menos contaminantes.