Probablemente conozca –o incluso haya sufrido– la experiencia de visitar Roma en los últimos meses y encontrarse los grandes monumentos de la ciudad rodeados por andamios. ¿Acaso se han puesto de acuerdo los responsables de todos estos lugares para fastidiar al viajero a la vez?
Algo de eso hay, aunque solo en la primera parte de la pregunta: se han puesto de acuerdo… porque la necesidad manda.
A lo largo de la historia, los grandes eventos han sido catalizadores de profundas transformaciones urbanas, económicas y sociales en las ciudades que los acogen. Estas ocasiones emblemáticas, ya sean de carácter religioso, cultural, deportivo o político, suelen dejar una huella indeleble en el tejido urbano, actuando como motores de desarrollo y modernización. Desde las antiguas Olimpiadas en Grecia hasta las exposiciones universales en Europa y América, cada uno de estos encuentros ha redefinido la relación de las ciudades con su entorno, su población y el mundo.
Roma, como epicentro espiritual, cultural y político durante siglos, se presenta como un ejemplo paradigmático de cómo los grandes eventos pueden moldear una ciudad. Desde la antigüedad, con eventos como los juegos circenses en el Coliseo, hasta celebraciones contemporáneas como el Jubileo, la capital italiana ha experimentado una constante evolución impulsada por la necesidad de adaptarse a los flujos masivos de personas, a los cambios en las demandas sociales y a las oportunidades de revitalización económica.
Jubileo 2025
Cada 25 años, Roma se convierte en el epicentro espiritual y cultural del mundo católico con la celebración del Jubileo, un evento de la Iglesia católica que atrae a millones de peregrinos y turistas de todas partes del mundo. Y el próximo Jubileo está programado para 2025 aunque técnicamente se inicia el 24 de diciembre de 2024 con la apertura de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro.
Ya desde 1300, cuando el papa Bonifacio instauró esta tradición, Roma ha sido testigo de importantes transformaciones urbanas y arquitectónicas. Durante siglos, la celebración ha exigido mejoras en la infraestructura, embellecimiento de espacios públicos y la creación de rutas de peregrinación que conecten los principales puntos de interés religioso. A lo largo de los años, los jubileos han consolidado a Roma como un centro de peregrinación mundial, pero también han servido como momentos clave para impulsar su modernización y reforzar su papel como un destino global de fe, historia y cultura.
El Jubileo tiene raíces bíblicas que se remontan a tradiciones del Antiguo Testamento. Desde entonces, cada cuarto de siglo, esta celebración incluye eventos litúrgicos especiales, indulgencias plenarias y peregrinaciones hacia los lugares más emblemáticos de Roma, como la Basílica de San Pedro, la Basílica de San Juan de Letrán, la Basílica de Santa María la Mayor y la Basílica de San Pablo Extramuros.
El papa Francisco ha destacado el lema del próximo Jubileo, “Peregrinos de esperanza”, poniendo el foco en la importancia de la reconciliación, la misericordia y la solidaridad en un mundo que se enfrenta a desafíos globales como el cambio climático y las desigualdades sociales. Según el Ministerio de Turismo de Italia, se espera que el Jubileo 2025 atraiga a más de 35 millones de visitantes, superando las cifras récord del Jubileo del año 2000.
Roma se prepara el impacto económico
Ante el impacto previsto, las autoridades italianas y romanas, en colaboración con el Vaticano, están llevando a cabo ambiciosos planes de modernización para garantizar que la ciudad esté renovada y preparada para recibir a millones de peregrinos.
Según un comunicado del Ministerio de Turismo italiano, se ha destinado un presupuesto inicial de 1 800 millones de euros para mejoras en infraestructuras, transporte, accesibilidad, limpieza urbana y la revitalización de sitios históricos, bajo estrictos criterios de sostenibilidad.
Estas mejoras pretenden que el Jubileo 2025, además de ser un evento de trascendencia religiosa, también sea un motor económico significativo para Roma e Italia. Según el Observatorio sobre la Economía del Turismo de las Cámaras de Comercio de Italia, se espera que el evento genere un gasto de casi 17 000 millones de euros solo en Roma, en comparación con los 9 200 millones generados en 2023.
También, se prevé un considerable volumen de negocio, entre 4 000 y 4 500 millones de euros. Sin embargo, los beneficios en términos económicos y de flujos se extenderán al resto de Italia. Por ejemplo, el Ayuntamiento de Nápoles estima 18 millones de visitantes, es decir, al menos 4,5 millones más que en 2024. Mientras tanto, en Venecia se espera un incremento del 25 % en el número de turistas que pernoctan.
Durante el último Jubileo, celebrado en el año 2000, Roma recibió a 7,5 millones de visitantes, lo que representó un incremento en comparación con años anteriores. Ahora, con las herramientas tecnológicas y las estrategias de promoción global, se proyecta un flujo aún mayor de turistas internacionales.
Experiencia única: crisol de historia, fe y modernidad
Para los visitantes, además de ser una peregrinación espiritual, el Jubileo 2025 será una oportunidad de sumergirse en el crisol de historia, fe y modernidad que caracteriza a Roma. Los turistas podrán experimentar la grandeza de la arquitectura renacentista y barroca, el simbolismo de la fe católica y la vibrante vida urbana de una ciudad que ha evolucionado a lo largo de los siglos.
La integración de tecnología también será clave en esta edición del Jubileo. Desde hace un tiempo, Roma implementa recorridos virtuales y experiencias de realidad aumentada en lugares históricos y religiosos, permitiendo a los visitantes explorar la historia y el arte de manera inmersiva.
Por otro lado, se espera que la gastronomía romana, conocida por sus raíces tradicionales y su creatividad contemporánea, sea fundamental en la experiencia turística. Desde los clásicos platos como la carbonara y la cacio e pepe hasta propuestas modernas en restaurantes galardonados con estrellas Michelin, Roma promete satisfacer tanto el espíritu como el paladar de sus visitantes.
El Jubileo 2025 será un evento histórico que consolidará a Roma como un destino de trascendencia global, atrayendo a millones de personas que buscarán una experiencia que combine fe, historia y modernidad. Con preparativos en marcha –y andamios– para garantizar un recibimiento excepcional, el Jubileo promete revitalizar el espíritu de los peregrinos, y fortalecer la economía y el legado cultural de Roma para las próximas generaciones.
Francisco Orgaz-Agüera, Profesor Titular de Universidad, Departamento de Humanidades, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja y Miguel Puig Cabrera, Geografía Humana - Territorio inteligente y desarrollo socioeconómico, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.