En estos días, mientras el ambiente navideño nos envuelve entre polvorones y melodías de villancicos al ritmo del “tuki tuki tuki”, es inevitable mirar hacia atrás y hacer balance de la política municipal. Hace un año, Pamplona vivió un cambio trascendental con la moción de censura, un episodio que las derechas todavía no logran superar.
Pamplona, nuestra querida Iruña, había quedado estancada. La brújula política del equipo de gobierno de aquel entonces había perdido el norte. Durante la legislatura liderada por UPN, la ciudad avanzaba al ritmo de la improvisación, como si la melodía fuera inventada sobre la marcha. La gestión municipal estaba marcada por la falta de diálogo, decisiones erráticas y una desconexión preocupante con las necesidades de los ciudadanos.
El mandato de UPN, con Cristina Ibarrola al frente, fue una melodía desafinada que dejó promesas incumplidas y un proyecto de ciudad en blanco. Ni siquiera los fondos europeos Next Generation, que ofrecían una oportunidad histórica para transformar Pamplona, lograron ser aprovechados. Mientras tanto, los socialistas se lo advertíamos: no podíamos permitir que Pamplona siguiera perdiendo el compás. Se nos estaba acabando la paciencia.
La moción de censura no fue un acto de ambición, sino una decisión valiente, avalada por la convicción de que Pamplona merecía más. Con diálogo y consenso, desde el PSN desbloqueamos la parálisis en la gestión municipal y asumimos la responsabilidad de marcar el rumbo hacia una Pamplona más justa, inclusiva y preparada para el futuro.
Nuestro compromiso ha sido claro: Pamplona debe avanzar al son de las verdaderas necesidades de sus vecinos y vecinas. Este año, el Partido Socialista hemos demostrado que, incluso desde la oposición, es posible liderar una transformación. La aprobación de dos presupuestos consecutivos, fruto de acuerdos firmes y exigentes, refleja un cambio de rumbo que coloca a las personas en el centro de nuestra acción política.
Así, hemos impulsado proyectos como el Plan de Caminabilidad, que conecta barrios y personas con itinerarios seguros, el alumbrado LED o la expansión de los servicios de limpieza que devuelven el brillo a nuestra ciudad.
Pamplona no puede permitirse el inmovilismo. Por ello, desde el PSN hemos trabajado para que cada paso que damos esté orientado a construir una ciudad inclusiva, sostenible y moderna. Desde el desbloqueo de proyectos estratégicos como el PSIS de Beloso y el Plan Donapea, hasta el fortalecimiento de políticas de igualdad, el impulso al comercio o el apoyo a los jóvenes y al deporte. Hemos trazado una hoja de ruta que prioriza la convivencia y el progreso.
Sin embargo, desde el Partido Socialista no nos conformamos y exigimos al equipo de Gobierno actual más. Pamplona no puede permitirse regresar a la senda del bloqueo, del "no" sistemático y de la política del "y tú más". La inercia no es una opción. Necesitamos avanzar con determinación, pisar el acelerador y afrontar los grandes retos que tenemos frente a nosotros. Pamplona debe evolucionar, adaptándose a los tiempos modernos sin renunciar a su memoria ni valores, pero con un compromiso firme de renovación y progreso. La moción de censura fue un punto de inflexión que se sustenta en un acuerdo donde la palabra CONVIVENCIA se escribe con mayúsculas, frente a las derechas que cada vez la infravaloran más. Es nuestra exigencia, que esta convivencia siga dando pasos hacia adelante.
Mientras la estrategia de las derechas es la confrontación constante y el discurso caduco, desde el Partido Socialista vamos a seguir liderando una oposición inteligente, sin perder de vista la responsabilidad y la acción necesarias para lograr nuestros objetivos. En política, es esencial contar con una oposición que no se limite a bloquear, sino que actúe como un contrapeso real y constructivo, que critique con argumentos sólidos y que impulse soluciones para mejorar la vida de los pamploneses y pamplonesas.
Los socialistas estamos demostrado que otra forma de hacer política es posible: una política útil, comprometida y orientada al bien común. La melodía de Pamplona está retomando su rumbo, una melodía con acordes socialistas.
Marina Curiel García,
Portavoz PSN Pamplona
