Gorka Jiménez apelará la sentencia y reclama 30 millones para los acreedores de Incita

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Jiménez asrecurrirá dicha sentencia del Juzgado de lo Mercantil nº 1 de  Pamplona para seguir defendiendo los intereses de los acreedores de su empresa  concursada

Pamplona, 7 de septiembre

Gorka Jiménez, presidente de Incita, apelará la sentencia que exime a Caixabank de  pagar 30 millones de euros a los acreedores de Incita tras su rescisión de contrato de servicios.

En opinión siempre de esta parte "lo sorpresivo de dicha sentencia es que difiere de los criterios ya mostrados por el

propio Administrador Concursal nombrado por el mismo juzgado, y contradice a la  sentencia 111/2016 del también Juzgado de lo Mercantil nº 1 de Pamplona. Esta  sentencia declaró en mayo de 2016 ilegal el comportamiento de Caixabank de  abandonar el accionariado y el órgano de administración de Incita escasas fechas  antes de provocar su colapso económico y operativo.

Para los apelantes "la sentencia no recoge aspectos claves como que tras la rescisión de contrato  impuesta por Caja Navarra, Incita tuvo que seguir prestando sus servicios a  la misma entidad durante años, y sin un nuevo contrato firmado, pese a las  reiteradas peticiones que en ese sentido hizo Gorka Jiménez. “Es inconcebible que  la sentencia haya dado validez a una situación irregular que debería haber  quedado anulada en el momento de la rescisión y no fue así. Con ello se resume  que Caja Navarra puede incumplir su contrato pero seguir exigiendo que Incita le prestara servicios hasta que dejó de necesitarla”, ha añadido el presidente de  Incita.

“Resulta sorprendente que la sentencia avale el comportamiento abusivo y  torticero de la entidad y permita que le salga gratis prescindir de todo el  departamento de informática de Caja Navarra, al que sustituye implementando los

propios recursos de CaixaBank, llevándose en este viaje por delante a Incita y a sus  trabajadores”, ha manifestado Gorka Jiménez.

Asimismo, Jiménez ha resumido su malestar: “Dice el refrán que el que rompe, paga y se lleva los cascos, aunque parece que esta regla no funciona con los bancos.  Confío en que la Audiencia revoque esta sentencia y que las deudas que originó el  comportamiento de CaixaBank sean satisfechas a los acreedores, aun cuando en el  camino haya desaparecido la empresa”.

Cabe recordar que la demanda fue interpuesta a título personal por Gorka Jiménez  con el único y exclusivo objetivo de que Incita pudiera pagar a sus  acreedores.  En ella se solicitaba que la rescisión del contrato que había entre Incita y Caja  Navarra para la prestación de servicios informáticos fuese anulada.

Por todo ello, Gorka Jiménez apelará esta sentencia para solicitar de nuevo 30  millones de euros a CaixaBank. Ésta es la cantidad que correspondería abonar de  CaixaBank a Incita como penalización por rescindir su contrato de manera  injustificada. Con dicho importe se conseguiría abonar la totalidad de la deuda  contraída por Incita como consecuencia de la decisión de CaixaBank de sustituir el  departamento de informática de Caja Navarra, que no era otro que Incita, por los  servicios internos del banco catalán.

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