Partiendo de la instantánea de la Cuesta de Santo Domingo de Pamplona, alumnos de 6-7 años investigaron, durante el curso pasado, sobre la historia de la ciudad y del centro escolar
Pamplona, 11 de octubre
El Archivo Municipal de Pamplona se convirtió el curso pasado en una herramienta para la reflexión y el estudio de niños de 6-7 años del colegio Santo Tomás-Dominicas.
A finales del curso pasado, medio centenar de alumnos 1º de Primaria de ese centro utilizaron los servicios que presta el Archivo para hacer una investigación sobre la historia y las costumbres de Pamplona de mediados del siglo XX.
El centro, radicado en la calle Santo Domingo del Casco Histórico, solicitó en noviembre al archivo una selección de fotos para usarlas en las aulas. La responsable del archivo, Ana Hueso, proporcionó a la orientadora del centro varias instantáneas posibles. Finalmente se eligió una, autografiada por José Galle en 1945, cuya copia digital había sido cedida al servicio municipal por Alfredo Larraburu Gómara, vecino de la zona, ya que era una instantánea incluida en su archivo familiar.
Los chavales de dos clases de Primaria del centro empezaron a analizarla en el Aula Multimedia del colegio con sus tutoras. Estudiaron el entorno que se reflejaba, los elementos de mobiliario urbano que aparecían en la instantánea, las tiendas y escaparates, la vestimenta de las personas de muy diversas edades presentes en la foto, los cambios físicos de la calle y las casas.... Todo ello escrutado con ojos nuevos; el resultado: montones de dudas.
Foto: Ayuntamiento de Pamplona
Investigación por parte de los alumnos
Los alumnos de Dominicas, de esta forma, se propusieron entonces varias líneas para investigar en grupos: cómo era el sistema de recogida de basuras; cómo había cambiado la forma de vestir; la presencia histórica del propio colegio e, incluso, costumbres antiguas como la existencia por aquellos tiempos de la llamada “Fiesta de carniceros”.
Con todas sus dudas, niños, tutoras y orientadora, volvieron al Archivo en abril para investigar. En dos sesiones de una hora los escolares tuvieron acceso a la información que les proporcionaba la consulta de nuevas fotografías, monografías y prensa histórica que, o bien fundamentaban las líneas de investigación propuestas y abrían otras, o bien se cerraban, al no encontrar soporte documental. Se trataba también de que pudieran experimentar, a muy temprana edad, qué es, cómo y para qué sirve un Archivo.
Con la información obtenida los chavales volvieron a las aulas para seguir trabajando, cada grupo en los asuntos objeto de su interés. El proyecto culminó, a finales de junio, con una puesta en común. Los grupos de trabajo compartieron sus resultados eligiendo fórmulas como exposiciones orales pero también otros sistemas de comunicación tan creativos como la confección de Pamplona en plastilina, canciones alusivas a sus investigaciones o teatralizando los resultados de sus preguntas.
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