El mundo de las criptomonedas se convierte, cada día más, en un lugar en disputa entre algunas de las divisas electrónicas más importantes, en abierta pugna por hacerse con el mejor puesto para ese día que (llegará) estas monedas se convierten en el método común de intercambio para una gran parte de la sociedad.
Aunque en esa carrera queda claro que el Bitcoin de toda la vida parte con ventaja, lo cierto es que no son pocas ya las voces que auguran una caída de su precio y valor frente a las criptomonedas emergentes. A continuación, repasaremos los puntos débiles y las fortalezas de cada uno de sus principales competidores, así como del propio Bitcoin, para que cualquier inversor pueda contar con un mínimo de información antes de adentrarse en este mundo.
El Bitcoin
Sin duda, esta es la criptodivisa que parte con toda la ventaja en esa competición por, en su caso, mantener el primer puesto en la clasificación de criptomonedas. Cuenta con la mayor liquidez y volumen de comercio, así como con una reputación notablemente superior a la del Bitcoin Cash y el Ethereum. Además, los últimos meses han visto como los gráficos de Bitcoin se disparaban aumentado su valor desde los 1.000 dólares hasta los casi 7.000, y algunos expertos y casas de prestigio del mundo de las finanzas ya apuestan a que se estabilizará por encima de los 8.000 en 2018.
Sin embargo, en los últimos días han surgido ciertas dudas respecto a lo que puede ser una burbuja en el valor de la divisa electrónica por excelencia. Del día 8 de noviembre al 12 de este mismo mes, el valor del Bitcoin ha caído un 21%, desde los 7.454,79 hasta los 5.902,62 dólares norteamericanos.
“El precio de bitcoin es aún muy volátil y también ha tenido caídas muy pronunciadas, por lo que existe el riesgo de pérdidas importantes”, explicaba durante dichas jornadas Guillermo Barba, editor de Top Money Report.
El Bitcoin Cash
Lo que nació como una bifurcación del Bitcoin a la que ciertos analistas no daban mucho futuro, ha acabado por convertirse en la segunda criptomoneda más importante del mundo, desbancando así al Ethereum. El Bitcoin Cash alcanzaba el pasado domingo un valor de 2.500 dólares norteamericanos.
Aunque esta bifurcación dura del Bitcoin original acabó por desplomarse ese mismo domingo 12 de noviembre hasta los 1.500 dólares, lo cierto es que su despegue repentino sirvió como una especie de aviso, ya no solo al Ethereum, su competidor por el segundo puesto del sector, sino también al propio Bitcoin, que en esos mismos días sufrió descensos realmente importantes.
La principal diferencia del Bitcoin Cash frente al Bitcoin original es el tamaño de sus bloques, que aumentan hasta los 8 MB. Ésta era una de las principales demandas de los que proponían cambios en el Bitcoin y, al final, acabaron por independizarse y fundar el Bitcoin Cash. A los pocos meses, además, una nueva criptomoneda producida por otra ‘bifurcación dura’ en el Bitcoin hacía su aparición: el Bitcoin Gold. Los problemas se le acumulan a la, hasta ahora, criptodivisa por excelencia.
El Ethereum
En sus momentos de mayor auge y pujanza frente al Bitcoin, muchos señalaban algunas de las diferencias positivas del Ethereum frente al Bitcoin como razón innegable que producía dicha subida y, además, podía aupar a esta moneda al primer puesto. Que se trataba de una criptomoneda inflacionaria e infinita, que la velocidad del blockchain del ether era mucho mayor que la del BTC y la hacía más accesible, que no necesitaba un software que ejecutase los contratos inteligentes…
Pero, finalmente, parece que dichas razones no han sido razones suficientes, y hasta el Bitcoin Cash ha adelantado por la derecha al ether. Veremos qué pasa, pero el futuro no pinta demasiado brillante para esta criptomoneda.
Decisiones a corto plazo
Sería muy, pero que muy aventurado cualquier análisis que afirmase que ve a cualquier otra criptodivisa que no sea el Bitcoin liderando la clasificación de las criptomonedas más poderosas en el corto plazo.
Sin embargo, sí es cierto que las subidas del Bitcoin Cash durante la última semana abren un panorama que hasta el momento no se planteaba tanto: que esta criptodivisa vaya recortando distancias, poco a poco, con el Bitcoin original.
