En el marco de la festividad de la Virgen de la Esperanza, el alcalde de Logroño, Conrado Escobar, ha presidido los actos en honor a la patrona de la ciudad. Durante la tradicional misa solemne celebrada en la iglesia de Santiago el Real este 18 de diciembre, el regidor ha pronunciado un discurso centrado en la salud integral de las familias logroñesas y en el fortalecimiento de los lazos internacionales de la capital riojana.
El anuncio más destacado de la jornada ha sido el próximo hermanamiento entre Logroño y Belén. Según ha detallado Escobar, la corporación de la ciudad palestina aprobó oficialmente esta solicitud el pasado 10 de diciembre. Como símbolo de este vínculo fraternal, el alcalde ha ofrecido a la Virgen la cruz de olivo de Judea, un obsequio entregado por su homólogo de Belén el pasado mes de noviembre durante el Festival de la Paz de Brescia.
Un llamamiento a la convivencia y al bien común
Durante sus plegarias, el alcalde ha implorado protección para la salud física, mental y emocional de los vecinos, resaltando que la devoción de las asociaciones y entidades locales es el motor de la ciudad. Escobar ha subrayado que la convivencia serena entre diferentes es la "mejor obra jamás edificada" en Logroño, instando a los ciudadanos a abandonar la indiferencia y el individualismo en favor del bien común.
Compromiso con los colectivos vulnerables
El discurso también ha tenido un marcado carácter social al recordar a las familias sin recursos y a las personas que viven en la calle. El alcalde ha pedido ayuda a la patrona para anteponer las soluciones a las excusas en materia de exclusión social, haciendo especial hincapié en que el acceso a la vivienda es la verdadera medida del derecho de los ciudadanos.
Con este acto, la ciudad refuerza su identidad bajo la protección de la Virgen de la Esperanza, consolidando un modelo de gobernanza que busca la concordia y la solidaridad tanto a nivel local como internacional.
