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Cómo afecta a la unidad familiar el alcoholismo

Cuando un miembro de una familia tiene problemas con el alcohol, no sólo le afecta a la persona que lo padece, sino a todo su núcleo personal. La familia juega un papel importante en el […]

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Cuando un miembro de una familia tiene problemas con el alcohol, no sólo le afecta a la persona que lo padece, sino a todo su núcleo personal. La familia juega un papel importante en el tratamiento y la recuperación del paciente, y al mismo tiempo, son los más afectados.

Las personas cercanas son las que más sufren, no es sólo un dicho, es la realidad. Todos los miembros de la familia están involucrados emocionalmente con el adicto, de forma que no es sólo la persona adicta la que sufre tanto física como mentalmente, también lo hace la familia.

En estas situaciones la comunicación se vuelve disfuncional, se empieza justificando el comportamiento o incluso la adicción con frases como “es que necesita algo para evadirse”, “sólo es ansiedad”, “ya lo dejará”, etc. Al final y cuando todos se quieren dar cuenta se ha normalizado tanto esta situación que las relaciones más personales con otras personas han desaparecido.

¿Cuáles son los efectos del alcoholismo? 

Agresividad, especialmente con los miembros de la familia. En la mayoría de casos la familia intentará convencerle de que lo deje con palabras de apoyo, otras no tendrán tanta paciencia y serán verbalmente más violentos.

También se experimentan diferentes cambios de humor, momentos que a la propia familia les cuesta identificar, no saben cómo manejar cada situación, lo que les crea una gran frustración.

El aislamiento, la depresión y la pérdida de autoestima son algunos de los efectos que puede causar el alcohol en una persona adicta.

¿Qué hacer?

Pedir ayuda. Para tratar los problemas con el alcohol en Alicante por ejemplo se puede acudir a centros de desintoxicación donde realizar terapia, empezar un tratamiento y hacer seguimiento. El apoyo familiar es muy importante, por eso cuanto antes se pida ayuda menos deteriorada estará la relación familiar.

En ocasiones puede ser la propia familia la que suponga un factor de riesgo, por ejemplo si hay ya algún alcohólico, o si siendo niño alguno de sus padres lo fue. Son conductas que han visto y vivido durante años, y por lo tanto, es un patrón de conducta que se puede repetir en ellos mismos.

Los expertos recomiendan hacer tanto terapias individuales como grupales, existen grupos de apoyo para el adicto y para la familia que ayudan en muchos casos a superar el alcoholismo.

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