Pamplona Actual

Javier Labairu, concejal de UPN reprobado "por sus faltas de respeto" contesta tajante: "no me van a amedrentar"

La medida fue aprobada por cinco votos a favor y cinco en contra, siendo el voto de calidad de la presidencia, de EH Bildu, la que decantó el resultado

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

  • Labairu, durante su intervención este martes

En una votación ajustada, el Ayuntamiento de Pamplona ha aprobado una declaración de reprobación al concejal Javier Labairu, respaldada por EH Bildu, el Partido Socialista y el Grupo Mixto. La medida fue aprobada por cinco votos a favor y cinco en contra, siendo el voto de calidad de la presidencia, ostentada por EH Bildu, el que decidió el resultado. UPN y el Partido Popular votaron en contra, mientras que Geroa Bai optó por la abstención.

La reprobación se debe, principalmente, a lo que se ha considerado una "utilización política de temas extremadamente sensibles" y a la actitud del concejal Labairu en los órganos colegiados. Se le ha exigido que deje de usar "bulos como base de su oposición" y que respete a los demás concejales en el ejercicio de su labor.

Joxe Abaurrea, portavoz de EH Bildu, fue claro en su intervención, señalando que esta situación "no es nueva" y que ya se le había advertido al concejal en diversas ocasiones. "No es la primera vez que se le recrimina la forma en que hace sus intervenciones. Lo que planteamos aquí es una llamada de atención porque este comportamiento empieza a convertirse en un modo habitual de actuar", afirmó Abaurrea. El portavoz destacó que, si bien en la política de oposición es legítimo ser vehemente y usar datos para sustentar los argumentos, "hay ciertos límites que no deberían ser cruzados". En concreto, Abaurrea se refirió a la utilización de "bulos" por parte de Labairu, que ha presentado información como si fuera verídica cuando no lo era. Además, señaló que Labairu ha instrumentalizado situaciones delicadas, como el caso de familias vulnerables, para hacer lo que calificó como "política de la mala"."Esto no es un patio de escuela", recalcó Abaurrea, criticando que Labairu recurra a acusaciones injuriosas sin base documental y, en ocasiones, sin pruebas reales que las respalden. También señaló que este comportamiento va en línea con una estrategia que, según él, sigue la estela de la ultraderecha internacional, basada en la manipulación de imágenes y la propagación de falsedades con el fin de generar miedo y división en la sociedad.

Finalmente, Abaurrea concluyó que esta reprobación es "una llamada de atención" no solo para Labairu, sino para el conjunto del Ayuntamiento, con el fin de que las dinámicas de debate se desarrollen con mayor rigor y respeto.

Durante el debate de su reprobación, Javier Labairu, concejal de UPN, calificó la sesión como un "circo" dirigido en su contra y expresó que desde el principio sabía el resultado de la votación. Criticó a los grupos proponentes, mencionando que los mismos que no reprobaron a un concejal que agredió a policías ni a quienes compararon a una compañera suya con Hitler ahora le daban "lecciones de respeto". Además, acusó a los grupos de mirar para otro lado cuando otro concejal manipuló un informe técnico, cuestionando la coherencia de que ahora lo acusen de difundir bulos.

Labairu defendió su actuación afirmando que nunca ha usado el fallecimiento de personas sin hogar o situaciones vulnerables en sus intervenciones, acusando a los proponentes de mentir. Reconoció haber mencionado a una familia en desamparo, pero señaló que lo importante era la exclusión que, según él, violaba la Ley de Protección de Niños y Adolescentes, y afirmó que llevaría el caso al Defensor del Pueblo para que se evaluara su constitucionalidad.

Dirigiéndose a diferentes concejales, Labairu mantuvo que no tiene problemas personales con ellos, aunque expresó sorpresa por el apoyo de algunos a la reprobación. También mencionó incidentes específicos, como la acusación de favoritismo en la policía municipal, para responsabilizar a otros concejales por las situaciones ocurridas. Finalmente, concluyó diciendo que la reprobación no lo intimidaría, sino que le daba aún más alicientes para seguir en su labor. "No me van a amedrentar", ha zanjado. 

Koldo Martínez, de Geroa Bai, expresó durante su intervención que la palabra debe ser el principal instrumento de diálogo en la política, y criticó el uso del insulto, los gritos y las mentiras, que convierten el debate en un "reñidero insoportable" tanto para los concejales como para la ciudadanía. 

Martínez realizó una reflexión personal, indicando que al considerar la posibilidad de apoyar la reprobación, hizo un examen de conciencia y concluyó que no se siente autorizado para reprobar a nadie, ni siquiera a Javier Labairu, el concejal en cuestión.  Reiterando la importancia de la palabra como herramienta para el diálogo democrático, Martínez anunció que no apoyaría la reprobación, resaltando que su enfoque es la deliberación respetuosa, que es para lo que han sido elegidos los representantes políticos.

Txema Mauleón, concejal de Contigo Zurekin, criticó el tono del debate que UPN ha mantenido desde la moción de censura, señalando que ha estado marcado por insultos, faltas de respeto y acusaciones sin pruebas. Mauleón destacó que, a pesar de estar ideológicamente más alejado del Partido Popular, el tono con este partido ha sido mucho más respetuoso que con UPN.

Acusó a UPN de utilizar falsedades y hacer afirmaciones sin fundamento, como la acusación de que se dio una orden para no intervenir con los manteros, sin pruebas que lo respaldaran. También condenó las injurias y la utilización de términos peyorativos y ataques personales por parte de UPN, afirmando que cualquier asociación que UPN no comparta ideológicamente es señalada como "amiga" del concejal Alonso, lo cual calificó como inaceptable.

Además, Mauleón acusó a UPN de usar un "populismo amarillista" al traer a debate público casos de extrema sensibilidad, como fallecimientos de personas sin hogar, sin respetar la privacidad de los afectados ni la Ley de Protección de Datos. Criticó que UPN haya utilizado estos casos de manera sistemática desde la oposición, y señaló que los grupos en el gobierno actual nunca han recurrido a ese tipo de política cuando UPN gobernaba, aunque se enfrentaron a situaciones similares.Finalmente, Mauleón concluyó que esta práctica no solo ha sido responsabilidad de Javier Labairu, sino de otros miembros de su partido, alentados por la concejala Ibarrola, y afirmó que esta forma de hacer política es una auténtica vergüenza.

Marina Curiel, portavoz del Partido Socialista, defendió la reprobación de Javier Labairu como una "herramienta democrática que debe usarse con responsabilidad" y criticó a UPN por no aceptar la moción de censura y continuar con una política basada en el enfrentamiento y no en propuestas constructivas.

Curiel lamentó que UPN haya cruzado "la línea roja del respeto", señalando que en varias ocasiones el grupo socialista ha sido blanco de insultos y falsas acusaciones, tanto en el pleno como en el Parlamento de Navarra. También acusó a UPN de difundir desinformación y utilizar noticias falsas para generar controversia.

La portavoz destacó que la reprobación no es un ataque personal, sino una respuesta a la forma en que Labairu ha utilizado temas sensibles como arma política, creando malestar entre la ciudadanía. Criticó especialmente la utilización de la situación en la calle Curia, recordando un incidente en el que compañeras de UPN rompieron el cordón municipal, un hecho que describió como desagradable, pero que consideró que no debería ser motivo para generar más conflicto. Finalmente, Curiel subrayó que su objetivo en la política municipal es proponer soluciones para mejorar la vida de los ciudadanos de Pamplona, y no participar en polémicas que no benefician a la ciudadanía.

García Adanero, portavoz del Partido Popular, expresó su desacuerdo con la reprobación de Javier Labairu, argumentando que esta no mejorará la vida de los ciudadanos. Considera que la reprobación de un concejal debe basarse en su acción de gobierno, no por lo que dice o cómo se expresa en un pleno. Para Adanero, señalar públicamente a una persona de esta manera es un error que puede amedrentarla, aunque no sea la intención. Señaló que este tipo de actuaciones genera un clima de odio y puede tener consecuencias negativas fuera del ámbito institucional.

Adanero defendió que los debates políticos pueden ser duros y combativos sin necesidad de insultar ni señalar a nadie personalmente. Criticó la reprobación como un "exceso" y un "error político", advirtiendo que no es democrático ni habitual reprobar a un miembro de la oposición por sus palabras en un pleno. Insistió en que esto puede dar lugar a peligrosas resonancias sociales, y pidió al equipo de gobierno que reconsiderara y retirara la reprobación, subrayando que no lograrán acobardar a quienes, como él, seguirán expresando libremente sus opiniones.

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN