El Área de Seguridad Privada de CSIF Navarra ha interpuesto una nueva denuncia contra la empresa INVICO ante la Inspección de Trabajo, tras la apertura en septiembre de un expediente sancionador por falta grave debido a la obstrucción a la labor inspectora. Según el sindicato, las irregularidades detectadas persisten y se han agravado, afectando tanto a los derechos laborales de los vigilantes como a la seguridad en servicios clave del Gobierno de Navarra.
La denuncia actual, presentada por Juan Dopazo, responsable de Seguridad Privada de CSIF Navarra, se basa en un cúmulo de irregularidades que incluyen: la falta de uniformidad de los trabajadores, retrasos en la entrega de los cuadrantes laborales, errores sistemáticos en las nóminas—siempre “casualmente a la baja”, según Dopazo—y problemas recurrentes como turnos sin cubrir, servicios dobles y la presencia de mandos que no cumplen con los requisitos legales.
Dopazo ha señalado que, tras la sanción de septiembre, “todo sigue igual o peor”, responsabilizando en parte a la Sección de Coordinación de Seguridad de la Dirección General de Interior del Gobierno de Navarra. INVICO, que gestiona la mayoría de sus servicios en Navarra para el Gobierno Foral, ha sido reiteradamente criticada por su “desastrosa organización y gestión”, que afecta directamente a la seguridad de instalaciones gubernamentales, mientras que el departamento de Interior “ha hecho oídos sordos”, asegura el representante sindical.
Vigilantes obligados a realizar funciones impropias
El sindicato también ha denunciado que en los entornos hospitalarios, como ya se reveló en septiembre, vigilantes de seguridad han sido presionados por personal sanitario para realizar tareas ajenas a su función, como ayudar con pacientes, lo que constituye una clara extralimitación de sus responsabilidades. Según CSIF, pese a la promesa del Gobierno de Navarra de revisar los protocolos y coordinar medidas con el Complejo Hospitalario de Navarra (HUN) y la empresa adjudicataria, no ha habido cambios reales.
“En algunas áreas hospitalarias, las enfermeras actúan como ‘directoras de seguridad’ y los vigilantes siguen ejerciendo de ‘personal sanitario’. Esto es un despropósito absoluto que algún día puede tener graves consecuencias”, advierte Dopazo.
Desde CSIF Navarra, aseguran que continuarán denunciando incumplimientos y defendiendo los derechos de los vigilantes de seguridad frente a las prácticas de empresas u organismos que vulneren la normativa laboral y pongan en riesgo su actividad profesional.