Los activistas del gaztetxe de Burlada continúan con sus protestas para denunciar el riesgo inminente de desalojo del espacio autogestionado. Como es sabido, dos miembros del colectivo se encadenaron en el Ayuntamiento durante más de 24 horas para exigir al equipo de gobierno una solución real y criticar lo que consideran una falta de voluntad política para garantizar la continuidad del proyecto.
«Tras 24 horas de encadenamiento, hemos finalizado la protesta. Pero esto no es el final de la lucha por el gaztetxe. Sin una solución real, no vamos a abandonar el espacio», han advertido los activistas.
El conflicto se agrava desde que el Ayuntamiento presentó el proyecto urbanístico Nogalera 2025, que apoyan todos los gruposn y supone la desaparición del actual gaztetxe. El colectivo denuncia que la exigencia municipal de vaciar el espacio y entregar las llaves antes del 15 de marzo los deja sin alternativas y, aunque el Ayuntamiento sostiene que no habrá desalojo forzoso, consideran que la única opción real que se les plantea es abandonar el edificio sin garantías para su continuidad.
Exigencias y denuncias del colectivo
Desde que tuvieron conocimiento del proyecto, los activistas aseguran que han mostrado «total disposición a la negociación» y que su intención nunca ha sido interferir en Nogalera 2025, pero rechazan la alternativa ofrecida por el Ayuntamiento al considerar que no reúne las condiciones necesarias para desarrollar su actividad.
Entre sus exigencias, destacan la eliminación de la ordenanza que prohíbe la propaganda, para evitar que pueda utilizarse como pretexto para desalojos en el futuro, y la garantía de un espacio adecuado para su txoznagune en fiestas, ya que el emplazamiento que han usado hasta ahora dejará de estar disponible.
El colectivo acusa al equipo de gobierno municipal, conformado por EH Bildu, Geroa Bai y Elkarrekin-Zurekin, de querer «erradicar» el gaztetxe, al considerar que han desoído sus propuestas durante meses de negociaciones.
Cargas policiales y nueva movilización
Los activistas denuncian que la acción de este lunes se saldó con cargas policiales y golpes a los manifestantes, y critican que el Ayuntamiento haya preferido «dejar pasar frío a los jóvenes encadenados y permitir la violencia en las calles de Burlada antes que dar una solución al gaztetxe».«¿Es esta la voluntad del Ayuntamiento progresista de encontrar una solución después de meses de negociación?», cuestionan desde el colectivo.
Ante esta situación, han anunciado una nueva movilización el 29 de marzo, en la que esperan seguir presionando al Consistorio para garantizar la continuidad del proyecto. «Burlada necesita un gaztetxe y no vamos a ceder hasta asegurar su futuro», han concluido.