La dirección de BSH Electrodomésticos ha avanzado este lunes el cierre inminente de su planta en Esquíroz, especializada en la fabricación de frigoríficos y lavavajillas compactos, y que actualmente emplea a unas 660 personas en Navarra. La decisión está siendo comunicada durante una reunión mantenida con los representantes sindicales y la dirección local, dejando en evidencia los temores que la plantilla llevaba meses manifestando ante la constante pérdida de carga productiva en la factoría.
Desde 2015, la producción de electrodomésticos en Esquíroz ha disminuido en un 50 %, según denunciaron hace algus meses los sindicatos con representación en la planta (UGT, LAB, CCOO, ATISS, ELA y Solidari). Estas organizaciones aseguran que BSH está deslocalizando progresivamente la producción hacia otras plantas del grupo ubicadas en países como Polonia y Turquía, lo que ha supuesto un golpe irreversible para el empleo en la fábrica navarra.
La incertidumbre por el futuro de BSH en la comunidad foral no era nueva. En los últimos años, la compañía ha cerrado otras instalaciones clave en España, como la fábrica de Etxarri Aranaz en 2005, la de Villatuerta en 2015, y ha vendido su planta en Gasteiz en 2019. En Santander, tras dos años consecutivos de ERTE, se aplicó un ERE que provocó despidos masivos. Esta tendencia evidencia, según los sindicatos, un proceso sistemático de desinversión en el territorio español.