Llevamos 10 años de gobiernos del cambio y algo debería notarse en los presupuestos. La recaudación ha crecido, hemos pasado de recaudar 4000 millones a 6700 y, por tanto, el gasto social (sanidad, educación, servicios sociales o vivienda) ha crecido también. Pero no lo ha hecho en mayor proporción que el resto de gastos. Con los gobiernos de UPN o con los gobiernos del cambio el gasto social se mantiene alrededor del 50% del total. Un gobierno que se define como del cambio, progresista, debería hacerse notar y no solo en la teoría. El porcentaje de gasto social no puede ser el mismo que con los gobiernos de derechas.
Se mantienen pagos de conciertos a educación y sanidad privadas, rebajan impuestos a rentas medias, pero para compensar el tener menos ingresos aumenta la deuda, en lugar de subir los impuestos a quienes más tienen.
No, Navarra no es un infierno fiscal para las grandes empresas que en lugar de pagar sus impuestos se benefician de multitud de exenciones que hacen que su tipo fiscal baje del 28 al 9% de media.
La deuda que pagamos por peajes en la sombra es similar a todo el gasto del departamento de vivienda, cuando la vivienda es el peor de los problemas para muchas navarras y navarros.
No podemos sostener que tenemos gobiernos del cambio y ser la comunidad en la que más aumentan las personas en riesgo de exclusión social grave. Nos quieren hacer creer que aumenta el bienestar si aumenta el PIB, que solo mide cómo de bien le va al capitalismo.
Para que haya cambios reales, los presupuestos no pueden ser iguales.
